Misión y Visión de Iglesia Puerta de Sión

Nuestra Misión

Por medio de la predicación, la enseñanza, el discipulado y el ejemplo, capacitamos y equipamos un liderazgo efectivo que modele el carácter de Jesús en la tierra. Así, todos podamos crecer y desarrollar con humildad el potencial, los dones y talentos que Dios ha dado a cada uno, para ponerlos al servicio de los demás.

Lucas 22:26 - Nueva Traducción Viviente
26 Pero entre ustedes será diferente. El más importante de ustedes deberá tomar el puesto más bajo, y el líder debe ser como un sirviente.

Nuestra Visión

Ser una comunidad de fe donde las personas puedan experimentar las buenas noticias de Salvación a través del poder de la predicación de la Palabra de Dios. Que el Señor Jesús siga agregando a la gran familia de la fe a los que han de ser salvos, y que juntos seamos guiados por el Espíritu Santo para vivir una vida digna de la victoria que Dios nos dio en Cristo Jesús.

Hechos 1:8 - Nueva Traducción Viviente
8 pero recibirán poder cuando el Espíritu Santo descienda sobre ustedes; y serán mis testigos, y le hablarán a la gente acerca de mí en todas partes: en Jerusalén, por toda Judea, en Samaria y hasta los lugares más lejanos de la tierra.

Doctrina de la Iglesia Puerta de Sión

La inspiración de las Escrituras- Las Escrituras, tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento, son verbalmente inspiradas por Dios y son la revelación de Dios para el hombre, la regla infalible y autoritaria de fe y conducta.

2 Timoteo 3:15-17; 1 Tesalonicenses 2:13; 2 Pedro 1:21


Un solo Dios - Creemos que las Escrituras enseñan que hay un solo y único Dios verdadero, autoexistente, Creador de los cielos y la tierra, y Redentor de la humanidad. En su esencia, Él eligió revelarse como Padre, Hijo y Espíritu Santo, siendo una sola Deidad, aunque  distinguido en tres personas.

  • Deuteronomio 6:4; Isaías 43:10–11; Mateo 28:18–19; Lucas 3:22


La Salvación del Hombre - La única esperanza de redención del ser humano es por medio de la sangre derramada por Jesucristo en la  cruz del Calvario. La salvación se recibe a través del arrepentimiento hacia Dios y la fe en Jesucristo. La renovación y la regeneración son  obra del Espíritu Santo. La evidencia interna de la salvación es el testimonio directo del Espíritu Santo, y la evidencia externa es una vida de justicia y verdadera santidad visible ante los demás.

Ordenanzas- El bautismo en inmersión en aguas y la Cena del Señor (La Santa Comunión).


El bautismo en el Espíritu Santo- Es la investidura del poder de Dios sobre todo creyente. El ministerio del Espíritu Santo enfatiza su función en nuestras vidas. Uno necesita al Espíritu Santo para vivir correctamente. Un creyente es espiritual o carnal. El pecado personal lleva a uno de la espiritualidad a la carnalidad. La confesión del pecado permite pasar de vivir en la carne a vivir por el Espíritu Santo. Seguimos viviendo por el Espíritu Santo por medio de la fe. El creyente alcanza la espiritualidad cuando camina con el Espíritu, sin contristarlo ni apagarlo.

  • 1 Tesalonicenses 5:19; Efesios 4:30; Gálatas 5:16–6:1; 1 Juan 1

Dones del Espíritu -Los nueve dones del Espíritu establecidos en 1 Corintios 12 deben y tienen que operar en la iglesia para que se goce de la plenitud de Dios. Estos dones son impartidos por la soberanía del Espíritu Santo y solamente funcionan, o se operan, por el único y mismo Espíritu 

  • 1 Corintios 12:11

La Santificación- La santificación es el proceso por el cual, conforme a la voluntad de Dios, nos convertimos en partícipes de Su santidad. Se inicia en la regeneración y se realiza en el corazón de los creyentes por la presencia y el poder del Espíritu Santo en el uso continuo de los medios asignados, especialmente la Palabra de Dios, la introspección, la abnegación, la vigilancia y la oración.

  • 1 Tesalonicenses 4:3; 1 Juan 2:29; Romanos 8:5; Filipenses 2:12-13

La santificación es un acto de separación de lo malo y de dedicación a Dios(Romanos 12:1-2; 1 Tesalonicenses 5:23; Hebreos 13:12). Las Escrituras nos enseñan acerca de una vida de "santidad, sin la cual nadie verá al Señor" (Hebreos 12:14). Por el poder del Espíritu Santo, podemos obedecer el mandamiento: "Sed santos, porque yo soy santo" (1 Pedro 1:15-16).


La santificación se realiza en el creyente cuando este reconoce su identificación con Cristo en Su muerte y resurrección, y por fe considera a
diario la realidad de esa unión, ofreciendo todas sus facultades continuamente al dominio del Espíritu Santo 

  • Romanos 6:1-11, 13; 8:1-2, 13; Gálatas 2:20; Filipenses 2:12-13; 1 Pedro 1:5

La Sanidad Divina- Se nos ha proporcionado la liberación de toda enfermedad por medio de la expiación, y es el privilegio de todos los creyentes. La ministración de imponer las manos, acompañada por la unción con aceite para la sanidad de los enfermos, se otorgará a petición y cuando la necesidad lo requiera.

  • Isaías 53:4-5; Mateo 8:16-17; Marcos 16:17-18; Santiago 5:14-15

La Esperanza Redentora- La resurrección de los que han muerto (o "dormido") en Cristo, junto con el arrebatamiento de los que estén
vivos y permanezcan hasta la venida del Señor, constituye la inminente y bendita esperanza de la Iglesia 

  • 1 Tesalonicenses 4:16-17; Romanos 8:23; Tito 2:13; 1 Corintios 15:51

El Juicio Final y la Condenación Eterna - Creemos que, al momento de la muerte, el espíritu y el alma de aquellos que han confiado en el Señor Jesucristo pasan inmediatamente a Su presencia, donde permanecen en gozo consciente hasta la resurrección del cuerpo glorificado, cuando Jesucristo venga por los suyos. Entonces, el alma y el cuerpo reunidos estarán con Él para siempre en la gloria. Por otro lado, el espíritu y el alma de los incrédulos, después de la muerte, quedan conscientes de la condenación y el tormento, hasta el juicio final ante el Gran Trono Blanco. En ese momento, alma y cuerpo, reunidos, serán lanzados al lago de fuego, no para su aniquilación, sino para ser castigados con destrucción eterna, alejados de la presencia del Señor y de la gloria de Su poder.

  • Lucas 16:19–26; 23:42; 2 Corintios 5:8; Filipenses 1:23; 2 Tesalonicenses 1:7–8; Judas 6–7; Apocalipsis 20:11–15

Habrá un juicio final en el cual los muertos impíos serán resucitados y juzgadossegún sus obras. Quien no se halle inscrito en el Libro de la Vida será condenado, junto con el diablo, sus ángeles, la bestia y el falso profeta, al castigo eterno en el lago que arde con fuego y azufre, lo cual es la muerte segunda.

Mateo 25:46; Marcos 9:43–48; Apocalipsis 19:20; 20:11–15; 21:8

Cielo Nuevo y Tierra Nueva- Nosotros, conforme a Su promesa, "esperamos nuevos cielos y nueva tierra, en los cuales mora la justicia".

  • 2 Pedro 3:13; Apocalipsis 21:1–2

Horarios de Servicios

Domingos por la Mañana
Servicio Familiar | 10:00 AM

Martes en la Noche
Oración y Noche de Estudio Bíblico | 7:00 PM

Viernes por la Noche
Servicio Familiar | 7:00 PM


¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es habitar los hermanos juntos en armonía! 

Salmos 133:1

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